Este arbusto es uno de los más perseverantes y versátiles de la familia
de las rosáceas. Aunque prolifera especialmente en climas mediterráneos
también se conocen especies adaptadas al Ártico. Si bien es un arbusto
principalmente silvestre, es cultivado desde el siglo XIX y se han
generado más de 2000 especies distintas, la mayoría sin espinas
facilitando así su recolección.
*Las imágenes son ilustrativas.